Conocimos Longarela hace años por un articulo en una revista de turismo. La casa nos fascinó por su belleza indiscutible, el maravilloso entorno, la limpieza, comodidad, por su riquÃsima comida, sus cuidados detalles, pero sobre todo por la exquisita amabilidad y simpatÃa de sus dueños, Marisa, Maribel y Jaime. Tanto es asà que ya fué visita obligada en nuestras correrÃas moteras.
Por diversos motivos esta última estancia se retrasó más de lo que hubiéramos deseado, pero eso hizo que fuera una fiesta "volver a ver a los que ya son verdaderos amigos y compartir con ellos la que nos hacen sentir nuestra casa"
Un verdadero lujo. No tardaremos en volver...es inevitable.
Estuvo en Octubre 2018, con amigos
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Limpieza
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Trato del propietario
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Entorno
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Equipamiento
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Relación calidad/precio
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Calidad del sueño